- 4 lomos de bacalao de unos 200 grs cada uno
- 1/2 l de aceite de oliva virgen de 1ª
- 2 cabezas de ajo
Poner el aceite con los ajos pelados a fuego muy lento. Cuando los dientes de ajo cojan color, retirar el recipiente del fuego, quitar los ajos y dejar que el aceite temple.
Poner los lomos de bacalao en una cazuela de barro con la piel hacia arriba. Poner la cazuela a fuego lento y añadir, muy poco a poco, el aceite en el que se han dorado los ajos moviendo al tiempo la cazuela de forma circular. En cuanto el aceite y la substancia del bacalao liguen, retirar la cazuela del fuego y dejar que temple moviéndola manteniendo el movimiento de vaivén para continuar ligando la salsa.
Si hay que volver a calentar el bacalao otra vez, hacerlo siempre a fuego muy lento, sin dejar que hierva, ya que la salsa puede desmontarse muy fácilmente.
Al servir, puede decorarse el plato con algunos filetes de ajo dorados.